The Gun Club - Mother Juno (1987)
Muchos piensan
que Amy Winehouse fue el último gran mártir de este inmolador oficio; otros
dirán que Kurt Cobain; pero todos pasan por alto al ángel sacrificado que fue Jeffrey Lee Pierce (1958 -1996) - cantautor y líder de esta banda californiana durante casi veinte años -, quien además del alcoholismo recalcitrante de la primera y el tormento emocional del segundo, poseía un talento y una sensibilidad musical que dejó plasmada en siete álbumes de estudio desparramados a lo largo de los 80's y principios de los 90's, con letras punzocortantes que allanarían el camino para futuras bandas alternativas que en última instancia les cerrarían el ataúd a los numerosos grupos de la peor calaña de new age y glam metal que predominaron en la época.
Mother
Juno fue su cuarta producción y quizás su álbum mejor logrado. Resaltan la
hipnotizadora “Yellow Eyes”, fluyendo como un sedante que de la mano de la
guitarra te diluye en una vorágine insana; “The Breaking Hands” es la rosa ensangrentada
por el ruiseñor de Wilde - no por nada fue el tema que Nick Cave y Debbie Harry
decidieron coverear para rendirle
tributo a la banda (no alcanzaron la violenta belleza de la original y no hay
nada más qué decir al respecto) -; y el aullido desgarrador de “Port of Souls”,
con el que el disco cierra majestuoso.
Presidente de un club de fans de Blondie y
colaborador en diversos fanzines, Jeffrey Lee Pierce padecería en sus
últimos años de vida de múltiples enfermedades virales como la hepatitis y el VIH,
aunque sería un derrame cerebral lo que acabaría con su lamento tortuoso, dejando
una vasta influencia musical y una obra artística cuyo rastro resplandeció como
una estrella en medio de un mar sin ningún navegante.
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